LA CUALIFICACION TEMPORAL
EN ASTROLOGIA VEDICA
El zodíaco tropical o sayana, a diferencia del sidéreo o nirayana(1), simboliza y es marco referencial de espacio y tiempo. Podemos entender al tiempo como la duración de acontecimientos que se producen en un ordenamiento cíclico. En este sentido, Ekkirala Krishnamacharya nos dice que "el fenómeno del tiempo ocurre en la arena del espacio, y el espacio es un globo con relación a cualquier punto particular de manifestación".
El tiempo, analizado independientemente y evaluado con relación a los signos zodiacales, pone en evidencia las proporciones o medidas que hacen a la unidad del "carruaje solar" de la sabiduría védica y puránica. Así tenemos que se denomina año solar al tiempo transcurrido que le lleva a la Tierra completar una vuelta alrededor del Sol, no pudiéndose expresar en números redondos. Los cálculos relativos al día, año solar, así como a las revoluciones planetarias, solo pueden expresarse con cifras enteras cuando acontece la gran disolución, denominada Prálaya. Corrientemente todo lo que se puede obtener son cifras aproximadas como medidas temporales lo cual, a los efectos prácticos y funcionales, es suficiente para nuestros fines.
La variación del ciclo sol-tierra por ser la base de toda mensura temporal humanamente realizable amerita algunas observaciones. La duración del período entre la salida y la puesta del Sol iguala al intervalo de tiempo entre la puesta y la salida del mismo el día del equinoccio. Esto es experimentable directamente "en tiempo real" por un observador que se encuentra en el ecuador terrestre. Luego del equinoccio de primavera, para quienes habitan el hemisferio norte, la duración de los días se incrementa gradualmente, con la correspondiente disminución de las noches, a razón de 24 minutos por mes. Es decir que cuando el astro rey atraviesa el meridiano anual, ingresando en el cero grado de aries, el día y la noche son de igual duración. Cuando el Sol ingresa en tauro el día ya se ha prolongado en 24 minutos con una disminución igual en la duración de la noche. El Sol al abandonar tauro e ingresar en géminis la duración del día se ha incrementado ya en 48 minutos (24 min. de aries mas 24 de tauro). Y, una vez cumplida la trayectoria de 90 grados eclípticos, cuando ingresa en cáncer, es decir cuando acontece el solsticio de verano, en el hemisferio norte el día se ha prolongado 24 minutos mas. En este punto los seres que habitan dicho hemisferio pueden experimentar el mayor gradiente de la energía solar. De allí en mas comienza a decrecer el día, que llegó a incrementarse en 72 minutos respecto al del equinoccio, para ir disminuyendo en forma simétrica hasta su ingreso en libra, el punto equinoccial diametralmente opuesto al grado cero de aries. Con la misma cadencia proporcional, a lo largo de los 90 grados de arco que distan el inicio de libra del de capricornio se produce un incremento en la duración de las noches hasta un máximo de 72 minutos, reduciéndose ese tiempo hasta la igualación de la noche y el día a lo largo del arco de 90 grados desde capricornio hasta aries.
Vemos como los números 24, 48 y 72 se hacen presentes para expresar en minutos de tiempo el incremento o reducción de los días y las noches a lo largo del año trópico, siendo el 24 la base incremental. Desde el punto de vista aritmológico las reducciones de estos números tienen como común denominador al 3.
Amerita hacerse una observación, aunque obvia, y es que precisamente la cifra 24 representa en horas la duración del día, así como la cantidad de faces lunares totalmente contenidas dentro del año (doce crecientes y doce menguantes). El número 72 también es altamente significativo, ya que la precesión de los equinoccios demora aproximadamente 72 años en producir un desfazaje de un grado zodiacal. En otro nivel, esta cantidad de años solares es el tiempo que le demanda a Júpiter efectuar seis ciclos completos aparentes, cada uno de doce años, alrededor del zodíaco de nuestro planeta tierra (72 = 12 x 6). Seis de estos ciclos de 72 años es lo que le lleva a Júpiter dar 36 vueltas al aparente zodíaco, mientras que durante ese tiempo la precesión de los equinoccios es de 3 grados. Este período es de 432 años, constituyendo el número de bases para el cómputo de los grandes ciclos de Yugas y Maha Yugas.
Los sabios rishis de la antiguedad manejaban dos divisiones para medir la duración del día solar, extendiéndose éste desde un amanecer hasta el amanecer del día siguiente, en analogía aritmológica con otros ciclos mayores:
La variación del ciclo sol-tierra por ser la base de toda mensura temporal humanamente realizable amerita algunas observaciones. La duración del período entre la salida y la puesta del Sol iguala al intervalo de tiempo entre la puesta y la salida del mismo el día del equinoccio. Esto es experimentable directamente "en tiempo real" por un observador que se encuentra en el ecuador terrestre. Luego del equinoccio de primavera, para quienes habitan el hemisferio norte, la duración de los días se incrementa gradualmente, con la correspondiente disminución de las noches, a razón de 24 minutos por mes. Es decir que cuando el astro rey atraviesa el meridiano anual, ingresando en el cero grado de aries, el día y la noche son de igual duración. Cuando el Sol ingresa en tauro el día ya se ha prolongado en 24 minutos con una disminución igual en la duración de la noche. El Sol al abandonar tauro e ingresar en géminis la duración del día se ha incrementado ya en 48 minutos (24 min. de aries mas 24 de tauro). Y, una vez cumplida la trayectoria de 90 grados eclípticos, cuando ingresa en cáncer, es decir cuando acontece el solsticio de verano, en el hemisferio norte el día se ha prolongado 24 minutos mas. En este punto los seres que habitan dicho hemisferio pueden experimentar el mayor gradiente de la energía solar. De allí en mas comienza a decrecer el día, que llegó a incrementarse en 72 minutos respecto al del equinoccio, para ir disminuyendo en forma simétrica hasta su ingreso en libra, el punto equinoccial diametralmente opuesto al grado cero de aries. Con la misma cadencia proporcional, a lo largo de los 90 grados de arco que distan el inicio de libra del de capricornio se produce un incremento en la duración de las noches hasta un máximo de 72 minutos, reduciéndose ese tiempo hasta la igualación de la noche y el día a lo largo del arco de 90 grados desde capricornio hasta aries.
Vemos como los números 24, 48 y 72 se hacen presentes para expresar en minutos de tiempo el incremento o reducción de los días y las noches a lo largo del año trópico, siendo el 24 la base incremental. Desde el punto de vista aritmológico las reducciones de estos números tienen como común denominador al 3.
24: 2 + 4 = 6 = 3 x 2
48: 4 + 8 = 12 = 3 x 4
72: 7 + 2 = 9 = 3 x 3
48: 4 + 8 = 12 = 3 x 4
72: 7 + 2 = 9 = 3 x 3
Amerita hacerse una observación, aunque obvia, y es que precisamente la cifra 24 representa en horas la duración del día, así como la cantidad de faces lunares totalmente contenidas dentro del año (doce crecientes y doce menguantes). El número 72 también es altamente significativo, ya que la precesión de los equinoccios demora aproximadamente 72 años en producir un desfazaje de un grado zodiacal. En otro nivel, esta cantidad de años solares es el tiempo que le demanda a Júpiter efectuar seis ciclos completos aparentes, cada uno de doce años, alrededor del zodíaco de nuestro planeta tierra (72 = 12 x 6). Seis de estos ciclos de 72 años es lo que le lleva a Júpiter dar 36 vueltas al aparente zodíaco, mientras que durante ese tiempo la precesión de los equinoccios es de 3 grados. Este período es de 432 años, constituyendo el número de bases para el cómputo de los grandes ciclos de Yugas y Maha Yugas.
72 x 6 = 432 = 12 x 36
Los sabios rishis de la antiguedad manejaban dos divisiones para medir la duración del día solar, extendiéndose éste desde un amanecer hasta el amanecer del día siguiente, en analogía aritmológica con otros ciclos mayores:
- En el primer tipo de división al día se lo puede definir sintéticamente con la fórmula 1 x 24 x 60, dividiéndose en 24 horas, en clara analogía aritmológica al modelo del año lunar que posee 24 faces de lunación, y cada hora se divide en 60 minutos y cada minuto en 60 segundos. Esto último en resonancia a los ciclos propios y conjugados de los dos grandes planetas de la astrología clásica, júpiter y saturno.
- En el segundo tipo de división encontramos una concepción conforme la fórmula 1 x 60, ya que el día solar se divide en 60 ghatis, los cuales se subdividen en 60 vighatis y así sucesivamente. Esto claramente guarda analogía aritmológica con los "sesenta" años comprendidos por dos ciclos de saturno engranados y contenidos dentro de los cinco de júpiter en un mismo tiempo de duración.
Todo lo dicho demuestra una realidad unitiva, un orden implicado para la medición del tiempo, quedando establecida una relación arquetípico-temporal entre los micro y macro ciclos humanamente mensurables, advertido esto por los sabios rishis de la original cultura védica.
Nota:
1. Para mas datos sobre las diferencias conceptuales y prácticas entre el zodíaco trópico (sayana) y el sidéreo (nirayana) invito a que el lector acceda a otro artículo desarollado en este mismo espacio hace ya un tiempo titulado ZODIACOS SAYANA Y NIRAYANA.
Bibliografía:
"El Tiempo" - Dr. Sri. K. Parvati Kumar.
"Elementos de Cosmografía" - Cabrera, Medici.
"La Sabiduría de los Cielos" - Ekkirala Krishnamacharya.
Nota:
1. Para mas datos sobre las diferencias conceptuales y prácticas entre el zodíaco trópico (sayana) y el sidéreo (nirayana) invito a que el lector acceda a otro artículo desarollado en este mismo espacio hace ya un tiempo titulado ZODIACOS SAYANA Y NIRAYANA.
Bibliografía:
"El Tiempo" - Dr. Sri. K. Parvati Kumar.
"Elementos de Cosmografía" - Cabrera, Medici.
"La Sabiduría de los Cielos" - Ekkirala Krishnamacharya.
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